Un crecimiento de un 730% en 5 años y la duplicación de ventas en 2020 respecto al año anterior suponen un avance histórico y muy significativo del cacao certificado de fairtrade en nuestro país. La principal razón de estos datos estriba sobre todo en la participación del sector retail. Cada vez más las grandes superficies disponen de productos de comercio justo en sus lineales.
Vuelve a surgir el eterno debate sobre si es coherente con los principios de comercio justo este tipo de circunstancia. Fundamentalmente con el tema de la difusión y promoción del comercio justo ya que en los hipermercados suelen estar mezclados con otro tipo de productos o no están suficientemente destacados ni se informa de la procedencia del mismo, ni del sentido que tiene. El trabajo de sensibilización es nulo. Además de eso, se ha dado el caso de tener los chocolates a un menor precio que en las tiendas de comercio justo.
Mezclar chocolates cuyo cacao ha sido extraído por niños con tabletas de comercio justo es otra de las críticas que pueden hacerse a este tipo de prácticas comerciales.
Por otro lado, es bueno para los productores y para los distribuidores que aumenten las ventas de forma tan exponencial, eso es indiscutible, y permite que el comercio justo crezca y pase a tener más fuerza y más presencia.
Pero gran parte de este crecimiento viene por las marcas blancas de los propios establecimientos que han elegido cacao sostenible para la elaboración de sus chocolates. De ese cacao un 60% procede del comercio justo.
Esperemos que el crecimiento siga así o incluso aumente, eso es bueno para los que creemos en un modelo productivo alternativo y ecológico, pero si se sensibiliza a la gente de paso, mucho mejor.
