martes, 27 de agosto de 2019

Comercio Justo Online

Desde el comercio justo se habla mucho del consumo responsable, algo que ha de tener en cuenta los hábitos de los consumidores. Dichos hábitos en general han ido cambiando en esta última década de una forma vertiginosa, actualmente muchos consumidores compran por internet por la comodidad que ello supone y a veces incluso para beneficiarse de un mejor precio.
Desde las compañías que venden online se pone a disposición del público una amplia variedad de productos de comercio justo, tan amplia como la que se puede encontrar en una tienda o gran superficie e incluso mayor. No me refiero a los distribuidores de comercio justo que también venden online pero lo hacen con un pedido mínimo de al menos 100 euros, me refiero a las grandes empresas que venden de todo.
Esto puede tener varias lecturas. Por una parte es positivo que los productos de comercio justo sean tan asequibles para todo el mundo y eso provoque que haya más volumen de ventas. Pero tiene su parte negativa ya que se venden sin más, mezclados con otros artículos y sin explicar ni formar al consumidor acerca de los principios de comercio justo. Otra cuestión negativa sería la huella ecológica que este tipo de compras dejan en el medio ambiente ya que se utilizan medios de transporte contaminantes para su difusión mientras que si uno se dirige a una tienda de comercio justo en su ciudad no se produce este tipo de circunstancias.
De todas maneras por mucho que cuestionemos el cambio en las formas de consumo éste es imparable, al igual que lo es el modo de informarse o de consumir ocio. Tendremos que adaptarnos a los tiempos tal y como vienen e intentar seguir formando e informando a los consumidores por las vías que estos utilicen.


lunes, 26 de agosto de 2019

De cómo el Comercio Justo rompe el círculo de la pobreza

La Coordinadora Estatal de Comercio Justo nos facilita datos concretos con los que se comprueba que otra economía es posible y sostenible si se tienen en cuenta a las personas y al medio ambiente.
Podemos poner ejemplos sencillos: Bangladesh. Dicho país vive fundamentalmente de la industria textil, de hecho supone el 80% de sus exportaciones. Gran parte de la ropa que venden en nuestras tiendas y centros comerciales procede de allí y eso ha supuesto un enorme crecimiento económico para Bangladesh, pero es un crecimiento económico que no ha reducido la pobreza en la que viven la mayoría de sus habitantes que además se enfrentan a jornadas maratonianas y con condiciones laborales peligrosas. Una vez más la economía al servicio de unos pocos y a costa de casi todos. Hablamos de un país de 165 millones de personas en el que el 40% son muy pobres.
En Bangladesh hay una organización de comercio justo llamada BaSe que da trabajo a más de 10.000 personas, el 90% mujeres y gran parte de ellas con discapacidad física o psíquica. El objetivo fundamental es mejorar su calidad de vida y facilitar su independencia económica.
Pues bien, el salario que reciben estas personas es el doble del salario mínimo que se percibe en Bangladesh. Imaginemos eso en España: un sueldo de 1800 euros que muchos firmaríamos.
Pero no sólo es el pago justo, desde BaSe se cumplen los diez principios de comercio justo y en sus talleres no trabajan niños, las condiciones laborales son las que marca la OIT, no se discrimina por raza, sexo o religión, se respeta el medio ambiente...
Además BaSe facilita a sus usuarios sanidad, créditos y educación. En cuanto a este último punto pone a disposición de sus trabajadores y familiares una red de escuelas que no discriminan por cuestiones de género, raza o religión, algo que en el resto del país no es nada frecuente. Así se consigue romper el círculo de la pobreza.
Los productos que proceden de Bangladesh y que se venden en las tiendas de comercio justo suelen ser sobre todo cestas de yute, artículos textiles de decoración y calzado.
Como podemos comprobar el comercio justo rompe el círculo de la pobreza y sus efectos se notan considerablemente allí donde están implantados. Por desgracia hoy por hoy sólo supone el 1% de la economía mundial pero poco a poco irá creciendo con la ayuda y el compromiso de todos, al menos el camino está marcado y vemos que funciona.

viernes, 23 de agosto de 2019

Producto de proximidad, comercio justo y consumo sostenible

Cada vez aparecen más mezclados estos tres conceptos y podemos decir que no sólo es el futuro sino que ya es una firme realidad.
El comercio justo nos suministra productos que no tenemos aquí, tales como el cacao, el café, la panela...Y a su vez nos asegura a través de las certificaciones que se le ha pagado un precio justo al productor, que no han trabajado niños, que no hay huella ecológica en su producción...los diez principios que ya conocemos y que tenéis en el título de este blog.
Pero resulta que tenemos en nuestro entorno extraordinarios recursos: frutas, verduras, legumbres...y muchas veces en el supermercado nos encontramos con esos mismos artículos procedentes de tierras lejanas y remotas y en la mayoría de las ocasiones de peor calidad que las autóctonas. Algo que parece sin sentido lo tiene desde el punto de vista de la maximización del beneficio de las empresas y también un menor precio para el consumidor. A corto plazo parece algo positivo pero a medio y largo plazo no sólo se resentirá la salud del consumidor, también se va resintiendo la economía local y ahora que está tan de moda tendremos la España Vaciada más despoblada todavía. Pero también hay consecuencias a nivel ecológico ya que traer esos productos acarrea contaminación con el transporte y también sufre la tierra que es sometida a técnicas agrícolas tan intensivas.
Por todo lo anterior desde las asociaciones de comercio justo cada vez es más frecuente unirse a pequeños productores locales que normalmente se agrupan en cooperativas y conviven con los tradicionales productos de Fairtrade una amplia variedad de artículos de proximidad, ecológicos y de enorme calidad, sin pesticidas ni productos que a largo plazo comprometan la salud de los consumidores y apoyando a la economía local. Éste va siendo el presente y será el futuro del consumo responsable.

martes, 20 de agosto de 2019

Interesante iniciativa en León

Una vez más, dentro de nuestra región, se ha desarrollado una actividad con el fin de fomentar y concienciar acerca de los valores del comercio justo pero a su vez se ha enlazado con la cocina tradicional, el medio rural y la agricultura ecológica de proximidad. Una mezcla que como hemos comentado en otros artículos suele dar muy buenos resultados.
Uniendo productos de la tierra con otros de comercio justo y recurriendo a cocineras veteranas del medio rural leonés se han elaborado unas recetas "justas y solidarias" y a la vez bastante apetitosas.
Esta original y divertida iniciativa corre a cargo de la ONG Solidaridad, Educación y Desarrollo (de los Hermanos Maristas) y a su vez han contado con la asociación "Entretantas" de cocineras y productoras de Castilla y León y el Somoza Tradición, céntrico establecimiento de hostelería de la capital leonesa.
Además han realizado vídeorecetas por si alguien se anima a seguir sus pasos formando parte todo ello de un proyecto para la educación y el desarrollo. Una manera de utilizar el comercio justo como una herramienta para establecer cooperación con los países del sur que también se vio reflejada en una exposición en Valladolid sobre consumo responsable y en la presentación de libros solidarios en Palencia, Villamuriel y Pradorey.
Desde aquí nos gusta hacernos eco de todas las actividades de comercio justo que se van realizando pero es mucho más satisfactorio saber que en las provincias de nuestro entorno se llevan acabo iniciativas tan originales.

lunes, 19 de agosto de 2019

Valencia: última ciudad española en sumarse a "Ciudades por el Comercio Justo"

La capital del Turia es la decimonovena ciudad española que ha adquirido el reconocimiento y la certificación de "Ciudad por el Comercio Justo". 
El consistorio valenciano ha adquirido más de 50 máquinas expendedoras de comida de comercio justo y la ciudad cuenta con más de cien tiendas específicas de comercio justo a lo que hay que sumar los cerca de 96 establecimientos hosteleros que ofrecen productos con el certificado Fair Trade. También colegios y empresas de la capital levantina se han sumado a iniciativas por el Comercio Justo.
Ya hablamos en este blog de este tipo de iniciativas y de los criterios para acceder a este reconocimiento que desde hace años concede Ideas y que varía dependiendo del tamaño de la ciudad, como es obvio, desde Valencia han trabajado duro para que una urbe tan poblada y significativa no se quede atrás en cuanto a iniciativas solidarias.
El ayuntamiento de Valencia también ha elaborado unos pliegos de contratación en los que se han incluido un apartado dedicado a la cooperación.
Desde estas páginas felicitamos a los ciudadanos de Valencia por tener una ciudad tan sensible y solidaria y animamos al resto de localidades para que se sumen a la cada vez más numerosa familia de Ciudades por el Comercio Justo. En Castilla y León tenemos a las ciudades de Valladolid, Burgos y León. En el resto de España: Madrid, Bilbao, Córdoba, San Sebastián, Espejo, Getxo, Laredo, Legazpi, Málaga, Orihuela, Teresa, Torrelavega, Palma de Mallorca, Puerto Real y la ya reseñada Valencia.