Uno de los diez principios de Comercio Justo es el respeto por el medio ambiente. El modelo económico actual nos está llevando a un gasto de recursos tanto naturales como energéticos inasumible e insostenible. A medio plazo nos llevará a la destrucción del planeta sumado al aumento de temperatura por el agujero de la capa de ozono, la desertificación, los residuos nucleares, la contaminación y el aumento de enfermedades como el cáncer debido al impacto ecológico en nuestro entorno.
Este desarrollo ni mucho menos es sostenible, para que lo fuera no debería de comprometer a las generaciones futuras y éstas lo van a tener mucho más complicado por no decir imposible.
Parece que hay un efecto halo entre el comercio tradicional y la destrucción del medio ambiente, no sólo está provocando injusticias en el presente cronificando la pobreza e incluso la miseria de las personas que viven en los países más desfavorecidos sino que también está complicando y mucho el porvenir de los que vienen detrás.
Para que nos hagamos una idea se calcula que cerca de 25.000 personas mueren al día en alguna parte del mundo por culpa de una mala gestión del agua. Por causa de la contaminación también pueden aparecer otras patologías o epidemias que se llevan por delante a muchos seres humanos.
Consumiendo Comercio Justo no sólo nos aseguramos de que el productor va a recibir un pago digno por su trabajo, también promovemos que en la zona de procedencia se respeten el hábitat y la tierra. Podemos cambiar el mundo desde un consumo responsable y hacerlo más habitable para todos.